Desesperante y agobiante resultó esta semana para los conductores que debieron transitar por la autopista en sentido sur-norte.
La pavimentación de la paralela en el sector del puente de Provenza generó unos trancones como hacía mucho tiempo no se veían.
Los casi mil metros que separan a Cañaveral de Provenza se convirtieron en un tormento, ya que las obras de reparcheo que se programaron para esta semana ocuparon un carril de la vía, lo que generó un taponamiento permanente en todos los carriles.
De día y de noche la congestión fue monumental, generando trancón no sólo en el punto donde se adelantaba el reparcheo sino hasta en los propios alrededores de los centros comerciales.
Hicimos el ejercicio en carro particular de recorrer desde Cañaveral hasta el puente de Provenza para cronometrar cuánto tardábamos en el trayecto. Comenzamos a las 6:02 pm. en el centro comercial Parque Caracolí, donde el paso ya era lento.
La velocidad promedio era de 10 kilómetros por hora y en ocasiones se detenía por completo. Ascender por el sector de Molinos se convirtió en lo más complejo, dado que en ese punto se entrecruzan los carros que vienen por el intercambiador de El Bosque y caen a la paralela.

De manera simultánea la autopista se ve colapsada ya que muchos carros tratan de salirse de la paralela para tomar el carril central. Metros adelante otros hacen lo contrario, buscan ingresar a la paralela desde la autopista lo que prácticamente inmoviliza un carril de la vía principal. Transcurridos 15 minutos apenas íbamos frente la estación Hormigueros de Metrolínea es decir al otro lado de Equilibrio.
Los motociclistas, en medio de su desespero y falta de cultura vial se toman el andén para hacer sobrepasos pasando cerca de carros y peatones.
Así, con paciencia, evitando contacto con otros carros afanados y manteniendo la calma llegamos al puente de Provenza cuando el reloj marcaba 6:50 p.m. Es decir fueron 48 minutos para recorrer apenas unos cuantos metros que en condiciones normales se hace en aproximadamente 5 minutos.
Por fortuna, los trabajos terminaron el miércoles, aunque lo triste fue que dejaron de tapar un hueco en el puente a escasos metros de donde hicieron los arreglos.